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Empresa de gas no realizó inspecciones antes de mayor fuga ocurrida en país

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EFE

La compañía Southern California Gas, responsable de la mayor fuga de gas natural de la historia del país, ocurrida en 2015 en California, no realizó inspecciones ni análisis detallados de fugas en los pozos antes del desastre, reveló hoy una investigación estatal.

El estudio fue encomendado por la Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC, en inglés) y la División de Petróleo, Gas y Recursos Geotérmicos (DOGGR) del Departamento de Conservación ahonda en las causas del escape en el almacén de Aliso Canyon.

Los investigadores identificaron cerca de 60 fugas en las tuberías de Aliso Canyon, las más antiguas de la década de 1970.

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El informe resalta que Southern California Gas no realizó inspecciones detalladas sobre estas fallas y que “carecía de cualquier forma de evaluación de riesgos centrada en la gestión de la integridad del pozo”.

El informe establece que la causa directa de la fuga fue una ruptura de la cubierta exterior del pozo de 7 pulgadas debido a corrosión por el contacto con aguas subterráneas.

La fuga arrojó a la atmósfera alrededor de 97.000 toneladas de metano entre el 23 de octubre de 2015 y el 18 de febrero de 2016.

El incidente obligó al traslado de miles de personas de Porter Ranch, una comunidad de 30.000 habitantes del condado de Los Ángeles, situada al norte del valle de San Fernando, donde se ubica el almacén.

La masiva fuga de gas metano provocó que en enero de 2016 el entonces gobernador de California, Jerry Brown, declarara el estado de emergencia en la zona debido, entre otros factores, a los efectos adversos que estaba teniendo en los habitantes del lugar, muchos de los cuales sufrieron mareos, vómitos y náuseas.

Un estudio publicado por la revista especializada Science aseguró que, en su punto máximo, la fuga de Porter Ranch duplicó la tasa de emisiones de metano de toda la cuenca de Los Ángeles.

La CPUC evalúa ahora la viabilidad de minimizar o eliminar el uso de la planta de Aliso Canyon, que reabrió en julio de 2017.

South California Gas estima que el costo de la masiva fuga llegó a 1.071 millones de dólares.

Se han presentado cerca de 400 demandas por el desastre.

Algunas organizaciones ecologistas como Greenpeace han calificado la fuga de Porter Ranch como el peor desastre medioambiental de Estados Unidos desde el vertido de una plataforma petrolífera de BP en el Golfo de México en 2010.

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