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La indignación invade misa por muerte de universitario en Ciudad de México

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EFE

El dolor, la impotencia y el coraje invadieron la misa que se celebró este lunes en la escuela del estudiante universitario Norberto Ronquillo, quien fue secuestrado la semana pasada al salir de su escuela y posteriormente asesinado.

En la explanada de la Universidad del Pedregal, en el sur de la Ciudad de México, se reunieron centenares de personas que buscaban una respuesta, un consuelo, un abrazo, algo que les ayudara a entender que Norberto ya no estaba, ni estará más en ese lugar.

“Solo Dios sabe qué planes tenía para él”, dijo entre lágrimas Aaron Ronquillo, hermano del joven universitario que fue secuestrado el pasado 4 de junio y encontrado muerto la madrugada de este lunes en la alcaldía de Xochimilco, al sur de la capital mexicana.

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Entre lágrimas, el joven aseguró que “a pesar de que esta sociedad tiene gente mala, todavía creo que hay gente muy buena, entre ellos, mi hermano”, dijo durante la misa que la escuela organizó en su honor.

La tristeza invadía el rostro de los presentes, en su mayoría estudiantes que, entre susurros, mostraban su indignación ante el hecho.

“No es justo”, decía uno. “Queremos justicia”, aseguraba otro joven más con el rostro endurecido mientras miraba la foto de Norberto enmarcada con tres arreglos flores blancas.

“Es un momento que no quisiéramos vivir”, señalaba durante la ceremonia el sacerdote, quien recordaba que el joven estudiante de mercadotecnia internacional, que estaba a dos días de graduarse “era una persona extremadamente buena”.

Al estrado subieron también Joseph y Jessica, los mejores amigos de Ronquillo Hernández quienes con la voz entrecortada resaltaron que “desde el día que llegó fue una bendición en mi vida” y que los ayudó desde que los conoció.

Mientras que Jennifer Rosenfeld, quien era novia de Norberto, expresó que siempre estará en deuda con él “por enseñarme a ser una mejor persona” y aseguró que “siempre voy a estar pensando en ti, donde quiera que estés”.

Tras la misa, el rector de la Universidad del Pedregal, Armando Martínez extendió “un reclamo en el tema de protocolos de seguridad”, los cuales dijo, no fueron suficientes para lograr evitar la muerte del joven “se actuó tardíamente”.

El directivo denunció “una lentitud tremenda” desde que se realizó la llamada al 911 hasta que las autoridades decidieron tomar acción al respecto.

Martínez pidió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador que se mejoren estos protocolos.

“Tenemos que trabajar con protocolos de alerta inmediata, que se activen alarmas, si eso se hace, en siguientes casos los resultados pueden ser muy buenos”, aseveró.

Resaltó que cuando ocurre un suceso así “se puede encontrar a alguien si no hay indiferencia”.

Y destacó que Norberto “tiene que ser el paradigma que marque que si no hay indiferencia de la sociedad, ayudando a la autoridad, pero también exigiendo y cooperando, podemos conseguir un camino distinto”.

Informó que buscarán reunirse con rectores de universidades para exigir que se garantice la seguridad de los estudiantes en todo el país pues, dijo, “toda la comunidad universitaria es víctima” de este crimen.

Norberto fue encontrado sin vida las primeras horas de este lunes tras haber permanecido seis días desaparecido, según la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina.

De acuerdo con información del organismo, el cuerpo del joven de 22 años fue localizado en la Alcaldía de Xochimilco, al sur de la capital mexicana, y sus familiares lo reconocieron por la ropa que portaba.

La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), Ernestina Godoy, explicó que el cuerpo del estudiante se encontraba en un avanzado estado de “descomposición” por lo que creen que Ronquillo podría haber sido asesinado la misma noche de su secuestro.

Por la mañana, el presidente López Obrador lamentó el hecho y dijo “nos duele” además de que para el Gobierno federal es “una asignatura pendiente garantizar la seguridad” y por ello están “ocupados y preocupados”.

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