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Director del PMA avisa que en Yemen se está llegando a un punto de no retorno

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EFE

El director del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, advirtió este jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU de que “se está alcanzando el punto en el que ninguna cantidad de dinero podrá realmente aliviar el sufrimiento del pueblo yemení”.

En una reunión del máximo órgano de la ONU dedicada a la situación en Yemen, Beasley agregó que su agencia necesita 1.200 millones de dólares en los próximos meses “para seguir llegando a los más vulnerables” en Yemen, donde los rebeldes hutíes y las fuerzas del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi se disputan el poder.

El responsable agregó que, hasta el momento, solo se ha recaudado el 43 % de los fondos necesarios para financiar la ayuda humanitaria.

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“Tengo hoy varias peticiones en nombre de los profesores, médicos, enfermeras y padres y madres y también de los niños y niñas que solo quieren comer, jugar y aprender: Continúen siendo generosos con sus contribuciones”, dijo Beasley

En su intervención ante los 15 miembros del Consejo de Seguridad, el director del PMA insistió en que se está avanzando “rápido” hacia el límite en el que la ayuda no pueda ser suficiente para recuperar la destrucción de la guerra.

“Por favor, por el pueblo yemení, detengan esta guerra, encuentren los caminos pacíficos para resolver sus diferencias. Pongan fin al sufrimiento”, concluyó Beasley, que recordó que 20 millones de yemeníes, de los 30 millones que viven en el país, sufren inseguridad alimentaria.

Por su parte, el enviado del secretario general de Naciones Unidas para el Yemen, Martin Griffiths, alabó la reciente reunión mantenida entre las partes en un barco de Naciones Unidas frente a las costas de la población de Al Hudeida y la calificó de “notable éxito”.

En dicha reunión de dos días, que concluyó el pasado día 15, representantes del Gobierno y de los rebeldes, acordaron nuevas medidas para reducir la tensión y reforzar el alto el fuego vigente en esta ciudad clave.

Sin embargo, Griffiths advirtió de que todavía no se ha alcanzado un acuerdo sobre la composición de las fuerzas de seguridad locales en Al Hudeida y subrayó que un pacto en este sentido necesita “trabajo duro y flexibilidad”.

“Estamos ante un momento crucial para el destino de esta guerra y necesitamos pensar en las realidades y las oportunidades que definen nuestras oportunidades para avanzar hacia la paz”, dijo Griffiths que también compareció ante el Consejo de Seguridad.

En su intervención, el enviado de la ONU mostró su esperanza de que las conversaciones sobre Al Hudeida puedan abrir las puertas a comenzar un proceso político antes del final del verano.

Además de Griffiths y Beasley, también intervino ante el Consejo de Seguridad el secretario adjunto de Naciones Unidas para asuntos humanitarios, Mark Lowcock, quien advirtió de que la guerra continúa, también en Al Hudaida, y que, desde junio, “más de 120.000 personas han abandonado sus casas”, con lo que ha aumentado a más de 300.000 el número de yemeníes que este año se han visto obligados a huir de sus hogares.

Lowcock recordó que además de enfrentamientos en Al Hudaida, se han registrado bombardeos indiscriminados (por parte de la alianza árabe que apoya a Abdo Rabu) y enfrentamientos en otras zonas como Al Taiz, Al Dale o Rada y reprochó los ataques con misiles y drones por parte de los rebeldes contra Arabia Saudí.

El conflicto del Yemen comenzó a finales de 2014, cuando los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, ocuparon Saná y otras provincias del país y desalojaron del poder al presidente reconocido por la comunidad internacional, Abdo Rabu Mansur Hadi, actualmente exiliado en Riad.

La crisis se intensificó hasta convertirse en un conflicto internacional cuando en marzo de 2015 Arabia Saudí se involucró en la guerra al frente de una coalición de países árabes, desatando la peor crisis humanitaria del planeta, según ha descrito la propia ONU.

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