Resolución para alto el fuego en Siria vuelve a dividir al Consejo de la ONU
Un borrador de resolución presentado este jueves ante el Consejo de Seguridad por Bélgica, Alemania y Kuwait para un alto el fuego en la provincia siria de Idlib se encontró con el rechazo de Rusia, cuyo delegado ante la ONU lo tildó de distorsionar los problemas humanitarios.
Para el representante permanente adjunto de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitry Polyanskiy, esta propuesta es un “clásico ejemplo” de cómo las naciones “occidentales” distorsionan los problemas humanitarios y acusó a estos países de centrarse en el Gobierno sirio en lugar de en “los terroristas”.
El representante permanente de Bélgica en Naciones Unidas, Marc Pecsteen, anunció esta mañana que presentaría este borrador en el Consejo de Seguridad con la esperanza de encontrar el apoyo de sus miembros.
“Como la situación continúa empeorando y la situación humanitaria degradándose, hemos decidido que ha llegado el momento para la acción en el Consejo (...) y esperamos ser capaces de encontrar unión”, dijo.
El Consejo de Seguridad está formado por 15 miembros, cinco de los cuales -Rusia, Estados Unidos, Francia, China y Reino Unido- son permanentes y tienen derecho a veto.
Tras la reunión, el portavoz de la misión belga en la ONU aseguró a Efe que lo vivido este jueves en el Consejo de Seguridad no era ninguna sorpresa, pero subrayó que continuarán trabajando para lograr que la resolución sea aprobada.
El portavoz precisó que la noche del miércoles se presentó la propuesta a los representantes ante el Consejo y que, a partir de ahora, comienza el proceso de negociaciones.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en Siria, desde el comienzo de la ofensiva contra facciones armadas e islamistas que están presentes en Idlib y los alrededores, unos 550 civiles han muerto, una cifra que la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos eleva a un millar.
Además, la OCHA ha asegurado que unas 400.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares del norte de Hama (vecina de Idlib) y el sur de Idlib y especificó que la mitad de ellos viven en los alrededores de los campamentos y centros de recepción, al aire libre o bajo los árboles.
Pecsteen subrayó que se trata de “una resolución enfocada en la situación humanitaria” en la que se llama al cese de las hostilidades y al respeto de “la ley humanitaria internacional”.
Además, pide el acceso humanitario para los civiles que están sufriendo las consecuencias de los enfrentamientos.
Según el diplomático belga, los tres países, promotores del conocido como dossier humanitario sirio, han intentado “repetidamente en los últimos cuatro meses llamar la atención del Consejo y de la comunidad internacional sobre la situación y las consecuencias humanitarias de las hostilidades sobre la población civil” en esta región.
Las tropas sirias centran su operación militar en el sur de Idlib, en el noroeste del país, después de que la semana pasada conquistaran la estratégica localidad de Jan Shijún, que se encuentra situada en la carretera nacional que une la capital, Damasco, con Alepo, la segunda ciudad en importancia del país.
Según el delegado ruso, “el Gobierno sirio está de acuerdo con el alto el fuego en Idlib, pero sólo si todas las partes lo respetan” y, según agregó, “los terroristas del Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, HTS)” no lo respetan, por lo que “la culpa no es de Damasco, sino de los terroristas”.
Mientras la vía de la guerra no parece encontrar alternativa, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir O. Pedersen, volvió a advertir de que el nivel “de violencia e inestabilidad en Siria es extremadamente alarmante”.
En unas declaraciones a los medios tras la reunión subrayó que la manera de salir de esta situación es con el lanzamiento de “un proceso político a través del comité constitucional” en el que participen representantes del Gobierno y del resto de grupos sirios.
En este sentido, Pedersen mostró su optimismo a pesar de que países como Alemania acusan a Siria de entorpecer la creación de este comité, incluso de amenazar a candidatos y a sus familias para que no participen, y otros como Rusia sostienen que son los países occidentales quienes tratan de entorpecer su formación.
“Creemos que estamos haciendo un progreso substancial en el consejo constitucional”, dijo el enviado antes expresar su esperanza a que se pueda presentar antes de la Asamblea General de la ONU de finales de septiembre.
