Opinión: ¿Piensa comprar un arma para su defensa personal? No lo haga
Muchos estudios refuerzan lo que he observado como médico de urgencias: Decidir tener un arma en casa, porque te mantendrá seguro, es un mito mortal.
Durante mis más de 25 años como médico de urgencias, atendí a cientos de pacientes con heridas de bala, traté a delincuentes que se disparaban entre sí, a propietarios de armas que mataron a sus familiares en sus borracheras. Declaré muertas a víctimas de suicidio que se dispararon con una pistola a la que tenían fácil acceso en su casa.
Sin embargo, en todos esos años en medicina de urgencias, nunca traté a un solo paciente que recibiera un disparo de un ciudadano respetuoso de la ley para protegerse. Ni uno solo.
Múltiples estudios y encuestas bien acreditadas refuerzan lo que he observado: Elegir tener un arma en casa, porque te mantendrá seguro, es un mito. Y un mito mortal.
Sin embargo, las encuestas realizadas a los propietarios de armas muestran que citan sistemáticamente la autoprotección como la razón principal para el 67% de las compras de armas. Supongamos que usted tiene los mismos temores y obtiene un arma de fuego. ¿Cuál de estos dos escenarios es más probable?
La primera opción: El arma que acaba de comprar le salvará la vida de los delincuentes o de los invasores de su casa. Esto se conoce como uso defensivo del arma.
Segunda opción: Esa pistola se utilizará para matarle a usted o a un miembro de su familia, ya sea por el asesinato de un miembro de la familia, por un disparo accidental o por un suicidio.
Es la opción número 2 la que prevalece avasalladoramente. En 2017, por ejemplo, según los informes del FBI, por cada homicidio justificable -una muerte por uso defensivo del arma- hubo 35 homicidios criminales. Y eso no incluye las miles de defunciones que suceden cada año por suicidio o las muertes accidentales que se producen cuando hay un arma de fuego en el hogar.
Envejeciendo, escribiendo, aprendiendo y creciendo, todavía comprometida a los 108 años.
¿Dónde se originó este mito de “un arma te mantendrá a salvo”? En mi opinión, comenzó con el poderoso lobby de las armas de Estados Unidos. El criminólogo Gary Kleck y el economista y defensor del derecho a las armas John R. Lott Jr. son citados a menudo sobre el tema. Ambos se basan en encuestas consideradas muy defectuosas para afirmar que cada año se producen más de 2 millones de muertes por el uso de armas. Sin embargo, análisis acreditados sitúan estas muertes en unas 2.000 al año, no en 2 millones.
Kleck también sugiere que cientos de miles de delincuentes son abatidos anualmente por ciudadanos respetuosos de la ley. No es de extrañar que no haya registros hospitalarios que validen esta cifra.
La Escuela de Salud Pública de Harvard informa que las armas no se utilizan millones de veces en defensa propia, la mayoría de los supuestos usos en defensa propia son para intimidar y asustar a las personas cercanas al propietario -no para frustrar un crimen- y pocos delincuentes son abatidos por ciudadanos respetuosos de la ley.
En su página web, la escuela hace referencia a una encuesta en la que se pidió a cinco jueces de tribunales penales de diferentes estados que examinaran 146 casos de uso de armas en defensa propia. Los jueces determinaron que más de la mitad de los usos de armas eran ilegales, incluso suponiendo que el encuestado describiera el suceso con honestidad y que la persona tuviera un arma de propiedad legal.
En un análisis de las víctimas de la violencia con armas de fuego entre 2007 y 2011, el Departamento de Justicia descubrió que las personas tenían nueve veces más probabilidades de resultar heridas o muertas por un arma de fuego en lugar de estar protegidas por ellas.
Walmart Inc. se está preparando para crear su propia criptodivisa y una colección de tokens no fungibles, según se desprende de los documentos presentados ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, preparando el terreno para satisfacer a sus clientes en el metaverso emergente.
Pero basta de estadísticas. Utilicemos el sentido común. ¿Qué es más probable? ¿Que alguien entre en su casa y amenace a su familia, o que un miembro de su familia, en un momento de ira o embriaguez, recurra a empuñar esa misma arma contra usted? ¿O que, en un momento de desesperación, un ser querido recurra a esa arma de fácil acceso contra sí mismo? ¿O que su hijo de 5 años, que sabe exactamente dónde guarda su arma, se dispare accidentalmente?
Ciertos comportamientos -no llevar el cinturón de seguridad o fumar cigarrillos, por ejemplo- aumentan el riesgo de lesiones y muerte. Tener una pistola en casa no es diferente. La presencia de un arma de fuego en su casa aumenta drásticamente el riesgo de homicidio, suicidio y muertes accidentales.
Sea responsable y prudente. No se crea el mito de poseer un arma para la defensa personal. La vida que salve puede ser la suya.
Steven J. Sainsbury es médico de hospicios y geriatría en San Luis Obispo.
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