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Acuerdan un estímulo de $2 billones, el más grande en la historia de EE.UU, para combatir las consecuencias del coronavirus

Steven Mnuchin
El Secretario del Tesoro Steven T. Mnuchin hizo frecuentes viajes entre las oficinas del líder republicano del Senado Mitch McConnell y el líder demócrata Charles E. Schumer para las negociaciones finales del martes.
(Associated Press)
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Después de discutir varios días sobre los detalles finales, los demócratas del Senado y la Casa Blanca acordaron el miércoles un paquete de estímulo de casi $2 billones de dólares (dos trillones según cómo se cuenta en inglés) para combatir las consecuencias económicas del brote de coronavirus, que incluye pagos directos a la mayoría de los estadounidenses y un fondo de medio billón de dólares para apuntalar a las empresas en apuros.

El proyecto de ley de estímulo -el más grande que se haya propuesto en la historia del país- tiene un costo equivalente al 9% del producto interno bruto de la nación y está destinado a proporcionar ayuda financiera directa para asistir a personas, hospitales y empresas. La suma incluye $300 mil millones para pequeñas empresas, $150 mil millones para gobiernos locales y estatales y $130 mil millones para hospitales, según los involucrados en las negociaciones.

El secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, y el líder de la minoría del Senado, Charles E. Schumer (D-N.Y.), negociaron hasta el lunes por la noche y todo el martes para resolver cuestiones pendientes.

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Un voto del Senado sobre el acuerdo podría ocurrir antes del mediodía del miércoles, y la Cámara seguir poco después. “Por fin tenemos un acuerdo”, afirmó el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Kentucky), poco después de la 1 a.m. en Washington. “Pondrá nuevos recursos al frente de la lucha sanitaria de nuestra nación, e inyectará billones de dólares en efectivo a la economía lo más rápido posible para asistir a los trabajadores, familias, pequeñas empresas e industrias estadounidenses a superar esta interrupción y emerger del otro lado listos para continuar”.

Los miembros de la Cámara no han regresado de su receso programado, y el voto remoto no está permitido según las reglas de la Cámara. Pelosi indicó el martes que la forma más rápida para que la Cámara apruebe el proyecto de ley del Senado sería por consentimiento unánime, una táctica generalmente reservada para leyes pequeñas y sin aspectos controvertidos. Esto requiere la aprobación de todos los miembros actuales de la Cámara (430), lo que significa que un solo representante podría objetar, siempre y cuando esté en el piso para hacerlo.

Si eso sucede, anticipó Pelosi, probablemente necesitaría volver a llamar a toda la Cámara para una votación en persona, un proceso que requiere más tiempo y que también aumentaría los riesgos para la salud y los desafíos logísticos para los miembros. También podría derivar en posibles cambios en la legislación, que luego deberían conciliarse con el Senado.

A pesar de las disputas partidistas -inusualmente amargas- del lunes en el piso del Senado, Pelosi afirmó más temprano ese día que el proyecto de ley final representaría un sólido compromiso entre los republicanos del Senado, que elaboraron el borrador inicial con la aportación demócrata, y estos últimos, que retrasaron la aprobación para garantizar que se incluyeran más de sus prioridades. “Creemos que el proyecto de ley se ha movido lo suficiente al lado de los trabajadores”, manifestó.

La medida es el tercer proyecto de ley de estímulo propuesto por el Congreso para abordar las interrupciones económicas y sociales de la pandemia. Le sigue una medida inicial de $8.300 millones, destinada principalmente al desarrollo de una vacuna, y de un segundo paquete, aprobado la semana pasada, que exige un mayor acceso a la licencia por enfermedad remunerada para los trabajadores, así como pruebas de COVID-19 gratuitas.

Se espera que el último plan de estímulo, de $2 billones, incluya pagos directos de $1.200 o poco menos a la mayoría de los adultos, préstamos a empresas y una expansión del seguro de desempleo y otros aspectos de la red de seguridad social.

La asistencia llega mientras a millones de estadounidenses se les ha pedido mantenerse alejados de la escuela y el trabajo, y permanecer dentro de sus hogares para reducir la propagación de la enfermedad.

Los montos de los pagos únicos, que los funcionarios esperan puedan pagarse a los estadounidenses a principios de abril, se basarán en los ingresos informados en los impuestos de 2018, y disminuirán gradualmente a partir de las personas que ganaron $75.000 o las parejas casadas que hicieron una presentación conjunta por $150.000. Quienes ganan $99.000 o más, o las parejas casadas que perciben a partir de $198.000 no recibirán cheques. También habrá una asignación de $500 adicionales por niño.

Según Schumer, los negociadores acordaron darle “esteroides al seguro de desempleo” al expandir a los que se cubrirían para incluir a personas que están suspendidas, trabajadores por cuenta propia e independientes, y al aumentar los pagos en $600 dólares por semana durante cuatro meses además de lo que los estados proporcionan como base de la compensación por desempleo.

“Pondrá el dinero en manos de aquellos que lo necesitan más, porque han perdido sus trabajos pero no por su culpa”, expresó Schumer.

Otros cambios al proyecto de ley final incluyeron una mayor supervisión del fondo de $500 mil millones administrado por el Tesoro, para apuntalar negocios en dificultades a través de préstamos y garantías de préstamos. Se espera que entre los destinatarios estén las aerolíneas y otros sectores de viajes, muy afectados.

En lo que marcaba un punto de conflicto importante para los demócratas, la propuesta inicial le daba libertad al Tesoro para desembolsar los fondos, incluida la discreción de no revelar por hasta seis meses qué compañías obtenían los dólares de los contribuyentes.

El acuerdo final incluye un inspector general para supervisar el fondo de $500 mil millones, así como un panel del Congreso integrado por cinco personas. “No podemos permitir que, cuando una empresa obtiene dinero del Tesoro o la Reserva Federal, no lo sepamos”, aseveró Schumer.

Otros involucrados en las negociaciones informaron que el acuerdo también incluye alrededor de $130 mil millones para hospitales -que enfrentan la escasez de máscaras faciales, respiradores y camas antes de una anticipada oleada de casos-, un aumento de $25 mil millones de lo propuesto inicialmente. Además brinda $150 mil millones directamente a los gobiernos estatales y locales, que también se ocupan de contener el brote.

Las acciones subieron bruscamente en Estados Unidos y en todo el mundo el martes, en previsión de la infusión de ayuda en la economía estadounidense. “Si recibimos este paquete, prepararemos el escenario para un buen rebote en la segunda mitad del año”, remarcó Larry Kudlow, el principal asesor económico de la Casa Blanca. “Ese es nuestro pensamiento. Este paquete apoyará a los trabajadores y las familias, a los comercios y pequeñas empresas”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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