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El Senado vota que el juicio político a Trump es constitucional

La secretaria de la Cámara Cheryl Johnson lidera a los gestores demócratas de la impugnación el mes pasado.
(Associated Press)
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El Senado votó el martes que la Constitución permite un juicio político contra el ex presidente Trump por acciones que cometió mientras estaba en el cargo, con el respaldo de todos los demócratas, dos independientes y seis de los 50 republicanos de la Cámara.

La votación de 56 a 44 despeja el camino para un procedimiento de una semana de duración que arrancará el miércoles, con los encargados de la impugnación en la Cámara presentando su caso.

Los demócratas de la Cámara de Representantes argumentaron que la Constitución da autoridad al Senado para celebrar el juicio a un expresidente porque se le está juzgando por delitos supuestamente cometidos mientras estaba en el cargo.

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Los abogados de Trump, Bruce L. Castor, David Schoen y Michael van der Veen, argumentaron que los gestores de la Cámara se equivocan y que solo se puede celebrar un juicio cuando un funcionario está todavía en el cargo.

Trump fue sometido a un juicio político el mes pasado por supuestamente incitar la insurrección del 6 de enero, cuando una turba violenta de sus partidarios saqueó el Capitolio de Estados Unidos. La revuelta dejó cinco muertos, entre ellos un agente de policía. Tras dejar el cargo el 20 de enero después de la toma de posesión del presidente Biden, Trump se convierte en el primer expresidente que se enfrenta a un juicio político en el Senado.

También es el único presidente que ha sido sometido a un juicio político en dos ocasiones, tras su destitución en 2019 por supuestamente alentar a funcionarios del gobierno ucraniano a interferir en las elecciones de 2020 investigando a Biden. El año pasado fue absuelto de esos cargos por el Senado.

La votación del martes por la noche era esperada. En una votación preliminar de procedimiento el 26 de enero, cinco republicanos se unieron a los demócratas. Los cinco eran los senadores Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska, Mitt Romney de Utah, Ben Sasse de Nebraska y Pat Toomey de Pensilvania. Cuarenta y cinco senadores del GOP apoyaron una moción para declarar el juicio inconstitucional.

El martes, un republicano más, el senador Bill Cassidy (R-La.) se unió a los demócratas para apoyar la constitucionalidad del juicio.

Aún así, dado que la condena requiere el apoyo de 67 senadores, las posibilidades de que Trump sea absuelto por segunda vez son sólidas en una cámara dividida en 50 demócratas, incluidos dos independientes que se alían con ellos, y 50 republicanos.

Ambas partes tendrán dos días cada una para exponer sus argumentos, comenzando el miércoles con los fiscales de la Cámara.

A los pocos momentos de comenzar el juicio los demócratas reprodujeron un video gráfico de 13 minutos que describía los acontecimientos del 6 de enero, mostrando los comentarios de Trump en tiempo real junto a las acciones de la turba. Mientras se reproducía el video, los sonidos de los gritos de la turba resonaban en toda la Cámara del Senado. Algunos miembros se sentaron en estado de alerta, prestando atención, otros se apartaron en cierto momento.

El representante Jamie Raskin (demócrata de Maryland), principal gestor de la destitución rompió el silencio: “Si eso no es un delito impugnable, entonces no existe ninguno”.

Dada la reticencia de los demócratas a dejar que la agenda de Biden se vea empantanada por un largo procedimiento y la casi certeza de que Trump no será condenado, el juicio puede ser una de las impugnaciones presidenciales más cortas de la historia. Habrá cuatro días de presentaciones orales sobre la única acusación, seguidas por las preguntas de los senadores y la oportunidad de llamar a testigos, una petición que los responsables de la Cámara podrían no aceptar. La votación final sobre la condena podría tener lugar a principios de la próxima semana.

Los abogados de Trump argumentaron el martes que el juicio es un mero teatro político, y que, si el Senado puede juzgar a Trump ahora que está fuera de su cargo, no hay nada que les impida perseguir a cualquier otro exfuncionario del gobierno acusado de cometer irregularidades, aunque ahora sea un ciudadano privado.

“Los artífices de la Constitución podrían haber incluido explícitamente una disposición que permitiera la impugnación de un expresidente, pero no lo hicieron”, escribieron en un documento.

Los demócratas -y muchos expertos jurídicos- sostienen lo contrario. Un grupo de 150 expertos en derecho constitucional escribieron recientemente que la Constitución sí permite juzgar a los exfuncionarios. Como prueba, señalan que la Constitución autoriza que el Senado pueda inhabilitar a los funcionarios impugnados y condenados para seguir ejerciendo sus funciones.

“La inhabilitación es una consecuencia que podría ser necesaria para los titulares de cargos anteriores, así como para los actuales”, escribieron. De acuerdo con ese razonamiento, no hay nada en el texto de la Constitución que impida al Congreso impugnar, condenar e inhabilitar a antiguos funcionarios para ocupar futuros cargos.

Raskin advirtió que, al absolver a Trump, el Senado estaría introduciendo una “excepción de enero” en la que el presidente no es responsable de su comportamiento en sus últimos días en el cargo, en el momento en que el poder de un primer mandatario se ha desmoronado y la democracia está en su punto más vulnerable.

“El Senado tiene autoridad para juzgar todas las impugnaciones”, dijo en una entrevista Michael W. McConnell, profesor de la Facultad de Derecho de Stanford y ex juez federal nombrado por el ex presidente George W. Bush.

Los demócratas de la Cámara de Representantes fueron un paso más allá. En su escrito, argumentan que no solo se puede celebrar un juicio después de que un funcionario haya dejado su cargo, sino que la Cámara también puede impugnar a un funcionario una vez que haya dejado su puesto.

“Los fundadores del país pretendían que el poder de impugnación alcanzara tanto a los funcionarios actuales como a los anteriores que cometieran un abuso grave durante el ejercicio de su cargo”, escribieron los responsables de la Cámara en un reciente escrito.

McConnell no está de acuerdo, diciendo que “solo los actuales titulares de cargos” pueden ser impugnados.

Otros expertos constitucionales están de acuerdo y les preocupa que juzgar a Trump pueda sentar un peligroso precedente, que permita a la Cámara de Representantes impugnar a funcionarios mucho después de que hayan dejado el cargo. Para enfatizar ese punto, algunos republicanos del Senado han planteado la posibilidad de que una Cámara controlada por los republicanos pueda un día utilizar ese precedente para impugnar a un popular expresidente demócrata, como el ex presidente Obama.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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