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Funcionario de EEUU dice que mediadores están preparándose para implementar acuerdo en Gaza

Palestinos cargan con los cadáveres de Wael Misha, de 18 años
Palestinos cargan con los cadáveres de Wael Misha, de 18 años (delante), y Ahmed Sheikh Khalil, de 20, fallecidos en un ataque aéreo nocturno durante una operación del ejército en la Cisjordania ocupada, durante su funeral, en el campo de refugiados de Balata, en Nablus, el 15 de agosto de 2024.
(Nasser Nasser / Associated Press)
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Un funcionario estadounidense dijo el viernes que los mediadores se están preparando para implementar un acuerdo de cese al fuego y liberación de rehenes en Gaza, aun antes de que esté lista la versión definitiva.

La fuente, que habló con reporteros a condición de anonimato, dijo que la propuesta actualmente en consideración básicamente cierra las brechas entre Israel y Hamás.

Una “unidad de implementación” está siendo establecida en El Cairo para encargarse de la logística de la implementación del acuerdo, que incluirá la libertad de los rehenes, la entrega de ayuda humanitaria en Gaza y el monitoreo de que los términos del acuerdo están cumpliéndose, dijo el funcionario.

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Los comentarios surgieron luego que los mediadores que buscan un cese al fuego en la guerra en Gaza se expresaron algo esperanzados el viernes, anunciando que las conversaciones en Doha habían concluido y que las partes planean reunirse de nuevo en El Cairo la próxima semana para sellar un acuerdo.

En un comunicado, Estados Unidos, Egipto y Qatar dijeron que las conversaciones fueron constructivas y que se realizaron en un ambiente positivo. Presentaron una propuesta a las dos partes y esperan continuar trabajando en los detalles de la implementación en los próximos días.

“Altos funcionarios de nuestros gobiernos se reunirán nuevamente en El Cairo antes del fin de la próxima semana para concluir el acuerdo bajo los términos formulados hoy”, dice el comunicado.

Israel emitió un comunicado vago y un comunicado de Hamás no sonó entusiasta sobre la propuesta más reciente para poner fin a la guerra de 10 meses en Gaza y liberar a los rehenes israelíes retenidos en el territorio. Un cese al fuego es visto como la mejor esperanza para evitar una conflagración más amplia.

En Jerusalén, el despacho del primer ministro israelí emitió un comunicado diciendo que “aprecia los esfuerzos de Estados Unidos y de los mediadores de disuadir a Hamás de su negativa a aceptar un acuerdo para liberación de los rehenes”.

Hamás rápidamente arrojó dudas sobre si un acuerdo estaba cerca.

En un comunicado, el grupo armado dijo que la propuesta más reciente difiere mucho con respecto a la versión previa a la que habían acordado en principio, sugiriendo que no está inclinado a aceptarla.

En Washington, el presidente Joe Biden se mostró algo optimista, afirmando que “estamos lo más cerca de lo que jamás hemos estado” de un acuerdo de cese al fuego.

Hablando a reporteros en la Oficina Oval, Biden dijo, “no quiero tentar la mala suerte”, pero un acuerdo “está mucho, mucho más cerca de lo que estaba hace tres días”.

“Posiblemente tenemos algo, pero no hemos llegado todavía”, añadió.

El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken viajará a Israel el fin de semana para “continuar intensos esfuerzos diplomáticos” para llegar a un cese al fuego y subrayar la necesidad de que todas las partes en la región eviten una escalada, dijo el portavoz del Departamento de Estado Vedant Patel.

La diplomacia internacional para evitar que la guerra en Gaza se convierta en un conflicto regional más amplio se estaba intensificando.

Los ministros de Exteriores de Reino Unido y Francia realizaron un viaje conjunto a Israel mientras las conversaciones continuaban.

El nuevo impulso para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás coincide con el anuncio de que los muertos palestinos en la Franja superaban los 40.000, según las autoridades sanitarias gazatíes, y con la persistencia del temor a que Irán y la milicia libanesa Hezbollah puedan atacar a Israel en respuesta al asesinato de destacados lideres insurgentes.

El ministro británico de exteriores David Lammy y su homólogo francés Stéphane Séjourné parecían esperanzados tras reunirse con el ministro de exteriores israelí Israel Katz.

Lammy dijo que los funcionarios israelíes les dijeron que tienen esperanzas de estar cerca de un acuerdo.

“A medida que entramos en 315 días de guerra, el momento para un acuerdo para que regresen esos rehenes, para que entre la ayuda en la cantidad necesaria en Gaza y para que cesen los combates es ahora”, expresó Lammy.

El ministro francés, a su lado, dijo que será inaceptable cualquier acción para desestabilizar las negociaciones. Los dos dieron mensajes muy claros a todas las partes de que este es un momento clave “porque puede llevar a la paz o a la guerra”, indicó.

Katz dijo en un comunicado que le dijo a los ministros británico y francés que si Irán ataca a Israel, Israel espera que sus aliados no solo lo ayuden a defenderse, sino también a sumarse a un contraataque contra Irán.

También advirtió a Irán — que respalda a Hamás, Hezbollah y a los rebeldes hutíes de Yemen, los cuales todos han atacado a Israel desde que estalló la guerra en Gaza — que cesen sus ataques.

“Irán es la cabeza del eje del mal, y el mundo libre debe detenerlo antes de que sea demasiado tarde”, escribió Katz en X.

Los mediadores internacionales creen que la mejor opción para calmar las tensiones sería un acuerdo entre Israel y Hamás para frenar los combates y garantizar la liberación de los rehenes israelíes que siguen en Gaza.

Estados Unidos, Qatar y Egipto iniciaron una nueva ronda de conversaciones el jueves reuniéndose con una delegación israelí en Qatar.

Hamás, que no participó directamente en los contactos del jueves, acusa a Israel de añadir nuevas demandas a una propuesta anterior que contaba con respaldo internacional y de Washington y que el grupo insurgente había aceptado en un primer momento. Israel, por su parte, acusa a Hamás que añadir sus propias nuevas exigencias.

Un funcionario estadounidense con conocimiento de las conversaciones del jueves dijo que fue una discusión “constructiva”. El funcionario no estaba autorizado a realizar comentarios públicos y habló bajo condición de anonimato.

La guerra comenzó cuando insurgentes encabezados por Hamás cruzaron la frontera fuertemente custodiada el 7 de octubre, mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a otras 250 como rehenes. Más de un centenar fueron liberadas durante un alto el fuego de una semana en noviembre, y se cree que alrededor de 110 seguirían en Gaza, aunque las autoridades israelíes sostienen que un tercio de ellos estarían muertos.

Israel respondió con una ofensiva que se ha cobrado la vida de 40.005 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no diferencia entre víctimas civiles y combatientes. El vocero militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo el jueves que el ejército mató a más de 17.000 combatientes en el enclave durante la guerra, pero no ofreció pruebas.

Los diplomáticos esperan que un acuerdo de alto el fuego convenza a Irán y a Hezbollah de abstenerse de lanzar ataques en represalia contra Israel tras el asesinato de un alto comandante del grupo libanés en un ataque israelí en Beirut y del líder político de Hamás en una explosión en la capital iraní, que se ha atribuido ampliamente a Israel.

Kirby afirmó que Irán se ha estado preparando y podría atacar pronto y sin apenas avisos previos, y que su retórica debe tomarse en serio.

Los mediadores llevan meses intentando cerrar un plan de tres fases por el que Hamás liberaría a los rehenes a cambio de una tregua duradera en los combates, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de palestinos encarcelados por Israel.

En un primer momento, ambos bandos habían aceptado el plan anunciado por Biden, el 31 de mayo. Pero Hamás ha propuesto enmiendas e Israel ha exigido aclaraciones, lo que les ha llevado a acusarse mutuamente de tratar de sabotear el pacto.

Hamás ha rechazado los últimos pedidos israelíes, que incluyen una presencia militar duradera a lo largo de la frontera con Egipto y una línea divisoria en Gaza donde registraría a los palestinos que regresen a sus casas para erradicar a los insurgentes.

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Contribuyeron a esta nota los corresponsales Bassem Mroue y Abby Sewell en Beirut, Julia Frankel en Jerusalén y Aamer Madhani en Washington.

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