Kim Kardashian West habla sobre su línea de fajas Skims y la renovación de Kimono
Con la temporada de premios a la vuelta de la esquina, Kim Kardashian West organizó un pequeño evento en el Hotel Bel-Air el miércoles por la tarde dirigido a estilistas y miembros de la prensa para revisar su reciente lanzamiento de la marca Skims Solutionwear. La línea directa al consumidor, que debutó en Skims.com en septiembre, incluye cubrepezones, bragas, shorts, bralettes, bandeaus, sujetadores reafirmantes, sostenes para camisetas y trajes corporales (de $12 a $80) en una amplia gama de tallas (XXS-5XL) y tonos de piel (de arena a ónix).
Antes de la presentación, Kardashian West ha estado sacando las piezas para una prueba de manejo de estilete. A principios de este mes, asistió a los People’s Choice Awards con un vestido estampado de pitón de Versace con los pantalones cortos de cintura alta de Skim debajo. También tomó prestada una muestra de los shorts de control central de la marca para la Met Gala de este año que le ayudó al ponerse un vestido de látex con cuentas de Thierry Mugler.
“Tuvimos que coserlos y adaptarlos un poco”, dijo Kardashian West, “porque eran muestras iniciales, pero eso fue genial porque realmente lo moldeó todo. No podría haberme puesto ese traje sin él”. (Un corsé hecho a medida diseñado por Mr. Pearl proporcionó asistencia adicional para lograr la apariencia ajustada).
Con una chaqueta negra de Gucci y pantalones de Helmut Lang sobre un traje corporal Skims de color sienna, Kardashian West conversó con The Times sobre la controversia que rodea el nombre original de la marca, sus planes para el Día de Acción de Gracias y cómo su familia ha hecho que sus 15 minutos de fama duren mucho, mucho más tiempo.
¿Por qué decidiste lanzar una línea de prendas modeladoras?
Siento que las prendas modeladoras me han costado una década. Siempre he cortado mis fajas, cosido y teñido para obtener el tono de color adecuado, así que para mí, tener prendas modeladoras que no tuvieran costuras era primordial. Una amplia gama de colores y tamaños también era muy importante para mí. Diseñamos nuestro propio tejido para asegurarnos de que fuera extremadamente cómodo, pero que al mismo tiempo diera el efecto de retenerte y levantar en todos los lugares correctos y el total de lo que realmente necesitaba de las fajas.
¿En qué se diferencia tu línea de prendas modeladoras de lo que ya existe?
No queremos aplanar nada. Todavía deseamos que los cuerpos de todas se vean como ellas y que no se sientan tan restringidas. Creo que a veces es muy difícil ponerse ciertas fajas y luego, una vez que te las pones no puedes respirar. Quería que todas se sintieran cómodas y tuvieran la cantidad adecuada de presión, pero que siguieran siendo realmente transpirables y cómodas.
Hubo mucha controversia en torno al nombre original de la marca, Kimono, que generó acusaciones de apropiación cultural cuando fue revelado en junio. En agosto, anunciaste que la marca se lanzaría como Skims. ¿Cómo llegaste al nuevo nombre?
Pasamos por tantos nombres diferentes. Pensábamos: “Es como la piel. Está en tu cuerpo. Es [una segunda] piel”. Pero quería a Kim dentro del nombre, porque esa era la razón por la que [originalmente] elegí Kimono, así que pensé: “Skim”, y luego pusimos una “s” al final porque siempre decíamos: “¿Me das mis Skims?”...Fue perfecto y, sinceramente, me gusta más el nombre. Estaba destinado a ser. Aprendí mucho.
¿Cómo afectó eso a la producción?
Es por eso que nuestro reabastecimiento tardó tanto, porque quería asegurarme de que pudiéramos reutilizar gran parte de la tela y no tener que desperdiciarla. Me dije: “Si las etiquetas no se ven perfectas, en la próxima ronda cuando esto se agote, serán perfectas”, pero fue una decisión con la que estuve de acuerdo. Era muy importante para mí que no desperdiciáramos la tela.
¿Cuáles son tus planes para el Día de Acción de Gracias, tanto en lo que respecta a la comida como a las fajas?
Definitivamente voy a necesitar fajas. Sin embargo, estaré en nuestra colección de algodón [que incluye básicos cómodos] porque no me gusta mucho la comida del Día de Acción de Gracias. Realmente no me apetece. Lo que más me agrada es la salsa de arándanos en lata que no tarda en prepararse. Soy súper aburrida en el Día de Acción de Gracias. Podría cocinarlo todo, pero simplemente no me gusta. Es un día en el que todo el mundo come en exceso, eso no es lo mío. Iré por el pastel de manzana. Tomaré un chocolate caliente y algo más y ese es mi dulce, pero realmente no me importa. La familia estará junta y eso es todo lo que importa.
Hablando de familia, lanzaste Skims con una campaña viral de clips de infomerciales humorísticos protagonizados por tu madre con las estrellas de “The Real Housewives of Beverly Hills” Lisa Rinna y Kyle Richards. ¿Cómo surgió la idea?
Fue tan gracioso. Estábamos en la cocina y pensé: “Mi mamá solía hacer todos estos infomerciales”. En los años 90, vendía velas, aparatos de gimnasia, todo eso que era tan ridículo. Yo pensaba, “¿Qué pasó con esos días?” Solía vender productos en QVC y recuerdo que Kanye vino a visitarme a Pensilvania. Estaba en el set de QVC y él me dijo: “¿Qué estás haciendo? ¿Qué es esto?” Estaría ahí fuera vendiendo productos. Nos reímos de ello y dijimos: “Hagámoslo de nuevo”, así que mi mamá tuvo que ser la presentadora.
The Skims ad campaign video has fun with Kris Jenner’s infomercial-filled past.
¿Puedes explicar cómo el formato de la campaña se vio afectado por el cambio de nombre en las últimas etapas?
En realidad, era un largo infomercial que iba a estar repitiéndose en todo, y luego cambiamos el nombre de Kimono [a Skims después de que ya estaba filmado]. Si miras [de cerca], está en todas partes. Dijeron “Kimono” [durante todo el rodaje], así que tuve que cortarlo en pequeños vídeos, que funcionaron mejor para Instagram. Si miras el fondo, la pantalla en el fondo dice “Kimono”, así que lo borré.
A principios de esta semana, tu hermana menor Kylie Jenner vendió una participación mayoritaria en su línea de belleza a Coty por 600 millones de dólares. Tú posees y operas Skims, así como KKW Beauty y KKW Fragrance. Tu hermana Khloé cofundó la marca de ropa Good American y tu hermana Kourtney lanzó el sitio web de estilo de vida Poosh. Cuando “Keeping Up With the Kardashians” se emitió por primera vez en 2007, ¿se consideraron a sí mismas como empresarias? ¿Cuál fue el final del juego?
Sólo seguíamos la corriente e improvisabamos. Hicimos todos los productos que te puedas imaginar, desde sesiones de magdalenas a una píldora dietética al mismo tiempo, luego a zapatillas de deporte o cosas de las cuales no sabía lo suficiente para que fueran súper auténticas para mí. Obviamente una píldora para adelgazar, me gustaba mucho el fitness y me encantaban las magdalenas, todo tuvo un poco de sentido, pero no era mi propia marca. No era algo que yo pensaría que sería auténtico para mí. Creo que hay algo de poder al decir: “Está bien probar las cosas desde el principio”.
¿Cuándo cambió esa estrategia?
Fuimos muy inteligentes y ahorramos en el trayecto porque estaba pensando: “Bueno, si mis 15 minutos se acaban mañana, al menos gané un poco de dinero con esta magdalena o con lo que sea que haya hecho”. Bandas Silly Bandz, lo que sea, lo hicimos. Luego, cuando nos dimos cuenta de que los 15 minutos duraban cada vez más, elaboramos un plan para ahorrar y después creamos un [segundo] plan: “Bien, una vez que tengamos suficiente dinero, queremos nuestras propias marcas. Ya que salgamos de todos nuestros malos acuerdos”. Hubo una demanda tras otra por sociedades y socios que se declararon en bancarrota y nos dejaron, pero estábamos atrapadas en estos acuerdos.
¿Qué los hizo malos acuerdos?
Solíamos tener acuerdos donde todo era yo, Kourtney y Khloé en un acuerdo de licencia. No era un acuerdo individual para cada una de nosotras. Era “dividimos ese 5%; el 5% se dividía en tres partes, o lo que fuera, y luego tenemos que dar el 10% de nuestro 2%, o lo que fuese el porcentaje, a nuestro manager, y después a nuestro agente”. Sentíamos que estábamos trabajando, pero no lo habíamos averiguado del todo. Así que me encanta tener toda esa experiencia, y gracias a eso pudimos descubrir cómo iniciar nuestros propios negocios y crecer realmente a partir de ellos y hacerlos súper exitosos.
Por eso me siento tan orgullosa cuando se trata de un negocio propio como este o de KKW Beauty y Fragrance. Cuando muchas de las ventas de belleza en el mundo han bajado entre un 20 y un 25%, la mía se duplicó este año.
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