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Bobby Lee Verdugo, líder de la huelga estudiantil de East L.A. y mentor de jóvenes latinos, muere a los 69 años

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Bobby Lee Verdugo tuvo sólo dos hijas biológicas: Maricela y Mónica. Sin embargo, ellas, junto con su madre, Yolanda Ríos, dicen con orgullo que tiene hijos en todo el Sur de California y de Estados Unidos.

Se refieren a los miles de jóvenes latinos a quienes Verdugo orientó durante décadas, primero como un organizador estudiantil, ayudando a liderar las huelgas de escolares chicanos de 1968 en el Este de Los Ángeles, luego como un trabajador social que centró su labor en hombres latinos en riesgo, y finalmente como un anciano que habló junto a Ríos sobre sus vidas en conferencias en todo el país.

“Para nosotros, él era nuestro padre divertido, siempre haciendo bromas”, dijo Mónica. “Pero para mucha gente, también era como su padre”.

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“Tenemos una gran familia por todas partes”, agregó Maricela. “Fue amado por lo que hizo por la gente”.

Verdugo murió el 1 de mayo de un ataque al corazón. Tenía 69 años.

Su infancia no mostró indicios de que Verdugo se dedicaría a la justicia social.

Nacido de padres chicanos en Lincoln Heights, Verdugo vivió una vida ‘totalmente estadounidense’ con su familia. Su padre era camionero y entrenaba a un equipo juvenil de béisbol; su madre estuvo involucrada en el PTA y se ofreció como voluntaria para la tropa de Boy Scouts de Bobby.

Pero los maestros blancos que dominaban las escuelas locales en ese momento maltrataban regularmente a Verdugo y a sus compañeros latinos. Lo regañaban a él y a otros frente al resto de los estudiantes por hablar español en clase, incidentes que recordaba amargamente décadas después.

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“Siendo un joven chicano, quería ser duro, porque no deseaba quejarme demasiado, pensando... ‘No puedo tolerar esto‘”, dijo a NPR en 2019. “Pero me dolía en el espíritu, ya sabes. Poco a poco, me estaban rompiendo”.

Las calificaciones de Verdugo estaban cayendo cuando ingresó a Lincoln High School a mediados de la década de 1960. Pero todo cambió cuando tomó una clase de ciencias sociales impartida por Sal Castro, un nativo también del ‘Eastsider’ (lado Este) que instó a los estudiantes latinos a no quedarse callados sobre el abuso. El maestró conectó a Verdugo con Ríos –los dos crecieron en el mismo vecindario- y a ambos con otros estudiantes del lado Este de L.A.

Juntos, ellos y otros organizaron protestas saliendo de la escuela preparatory que atrajeron la atención mundial. El momento fue dramatizado en la película “Walkout” de 2006 producida por HBO, con Verdugo interpretado por Efren Ramírez.

A pesar de un nuevo sentido de pertenencia, Verdugo abandonó Lincoln High. Eventualmente obtuvo un GED y se inscribió en UCLA, pero la dejó antes de graduarse. Se casó con Ríos en 1979, engendró a Maricela y Mónica, y trabajó como despachador de autobuses, defensor laboral y organizador comunitario.

Pero a los 40 años, Verdugo decidió inscribirse en Cal State L.A. para obtener un título que le permitiera convertirse en trabajador social. “Eso es lo que siempre quiso hacer”, dijo Ríos, una organizadora laboral jubilada. “Fue un llamado para ayudar a los jóvenes”.

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Verdugo notó rápidamente que había pocos recursos para hombres jóvenes en riesgo que no fueran punitivos. Entonces, en 1995, cofundó Con Los Padres, un programa innovador que brindaba asesoría a los papás latinos adolescentes. Se conectó con ellos organizando grupos: círculos de conversación inspirados en las tradiciones mesoamericanas en las que los jóvenes acólitos podían abandonar su machismo y discutir libremente sus sentimientos mientras se reconectaban con sus raíces.

“La gente les decía: ‘Ahora eres un padre adolescente, eso es todo, tu vida ha terminado, no tienes nada que esperar’”, dijo a National Compadres Network, un grupo al que pertenecía en 2018. “Así es como me sentí, y me di cuenta de lo que Sal Castro me enseñó, que podía aleccionarlos en cómo sentirse bien consigo mismos y que hay hombres como yo que no se rendirán”.

Su defensa de los padres jóvenes le valió a Verdugo invitaciones para hablar en lugares tan lejanos como Oxford, Inglaterra, y puestos en los consejos federales y estatales. También se convirtió en una presencia regular en las conferencias de chicos latinos de preparatoria en todo el país.

“Siempre se conectó con los estudiantes, porque era muy honesto y real acerca de cómo se sintió en el momento [de las huelgas], lo cual era aterrador”, dijo Gerardo Correa, presidente del Chicano Latino Youth Leadership Project, que celebra una reunión anual en Sacramento a la que asisten cientos de alumnos de preparatoria de todo California. “Tenía la misma edad que ellos, y él y otros hicieron historia; Bobby les diría que ellos también podrían hacer lo mismo”.

La pasión de Verdugo por ser mentor era tal que pasaría una semana al año en el Latino Leadership and College Experience Camp, celebrado en la Universidad Eastern Kentucky; un centro de tutoría ahí lleva el nombre de él y su esposa.

“Lo que lo motivó fue que se dio cuenta de que incluso hoy en día, todavía hay desigualdades en el aula”, dijo Ríos. “Siempre les decía a los estudiantes: ‘Es importante luchar por sus derechos y en lo que creen’”.

En su tiempo libre, a Verdugo le encantaba jugar golf y llevar a su familia a Yosemite. También disfrutó del karaoke, le encantaba “White Room” de Cream y la versión de Animals de “Don’t Let Me Be Misunderstood”, sus canciones favoritas.

“Está bien estar enojado”, le dijo a NPR, “pero, ¿qué haces al respecto?”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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