El repugnante exfoliante casero que preparará sus pies para el verano

Si ha estado siguiendo las reglas del encierro (al menos en Los Ángeles), no ha tenido una pedicura profesional durante casi tres meses, y sus posibilidades de obtener una antes de julio podrían ser escasas o nulas. Eso significa que probablemente esté mirando llegar la temporada de sandalias preguntándose qué hacer con el par de trozos de carne golpeados y con callosidades donde solían estar sus pies.

Si ha pasado mucho tiempo buscando en Internet una solución casera que no implique la posibilidad de sangrado, es muy probable que haya encontrado la curiosa y, para ser honesto, repugnante opción llamada peeling exfoliante para pies.

Funciona de la siguiente manera: coloca sus pies en un par de botines de plástico llenos de químicos durante una hora, los lava y luego espera pacientemente hasta una semana hasta que sus pies empiecen a desprenderse del estrato córneo (la capa más externa de la epidermis) como algo salido de la guarida de los reptiles del zoológico de Los Ángeles. Dos semanas después, sus pies emergen suaves y lisos, listos para un primer plano.

Las imágenes en línea (Advertencia: hay muchas imágenes en línea) que documentan este proceso no son para los débiles de corazón. Muestran dedos y plantas de los pies cubiertos de burbujas como ampollas; talones que parecen lechos de lago secos y agrietados en una foto y mejillas de bebé recién nacido en la siguiente; así como pies desollados que podrían confundirse con un plato de camarones pelados y comidos a medio terminar.

Una vez que haya visto las imágenes y leído los relatos gráficos, probablemente se preguntará, “¿Esto es algo que realmente quiero hacer?”

Permítame entrometerme y responder eso con un entusiasta y enfático “¡Sí!”, y señalar que el aislamiento social forzado por la pandemia ha hecho que ahora sea el momento perfecto para embarcarse en un experimento de tan horrible aspecto. Si se anima ahora, y hace caso a los consejos de aquellos que han recorrido el camino antes que usted (este reportero es uno de ellos), estará dando sus mejores pasos para cuando el verano esté en pleno apogeo.

Consejo 1: Haga su pedido en ayuda de sus pies

En el área de peeling exfoliante para pies hay muchas marcas a diferentes precios, desde la versión de CVS de $4.99 hasta una que le costará 10 veces más (por una marca llamada FootGod). Para estrechar el campo, busque la opinión de personas en las que confíe (y cuyos pies conoce) que se hayan embarcado antes en esta aventura de muda de piel. Así es como terminé dentro del Equipo Baby Foot, que fue recomendado por un veterano en el cuidado de pies en nuestro grupo de pedicura.

Los botines de plástico rellenos de gel de Baby Foot están hechos en Japón y distribuidos por Baby Foot U.S.A., con sede en Springfield, Mississippi. Las cajas de $25 de la marca destacan la frase “Peeling para pies original desde 1997”, así que tiene eso a su favor. (Más información sobre cómo hacer de esto una actividad individual/grupal a continuación).

En segundo lugar, haga clic en Internet para encontrar un vendedor electrónico que pueda entregarlo en su puerta de manera oportuna; el proceso no sólo puede demorar hasta tres semanas de principio a fin, sino que últimamente ha habido un boom de Baby Foot. (Un representante de la compañía dice que ha tenido “un aumento significativo en las ventas” recientemente).

Nuestra entrega de Baby Foot llegó por Amazon, aunque actualmente también está disponible en el sitio web de Ulta Beauty y Baby Foot, babyfoot.com. Si opta por la marca Baby Foot, aquí hay un consejo adicional: las únicas diferencias entre el Original Exfoliating Foot Peel y la versión para hombres son que los botines de plástico de esta última se adaptan a dos tamaños de pie más grandes (hasta una talla 14 de hombre) y la sustancia viscosa en su interior tiene un aroma a menta en lugar del olor a lavanda de la primera.

Consejo 2: Conviértalo en una actividad grupal

Si es posible, reclute a algunos amigos de ideas afines y pies maltratados para que se unan a usted (virtualmente, por supuesto) mientras se embarca en su viaje de pulido de pies.

No sólo proporciona una sensación de aventura compartida, sino también un grupo de apoyo cuando grandes franjas de piel comienzan a rodear el desagüe de la ducha. Mi amiga Heather, escritora, profesora y autora de un artículo reciente para The Times, organizó nuestro reciente equipo de muda con siete personas y 14 pies en una charla grupal que contó con la participación de un veterano de Baby Foot de Boston para guiar nuestro viaje. El grupo incluía pies desde Thousand Oaks hasta Napa.

En el transcurso de casi un mes, el hilo de texto de iPhone “Pies de Bebé” desentrañó muchas actualizaciones de estado que inducen al terror, un puñado de consejos útiles (por ejemplo, permanezca sentado mientras trae puesto los botines, ya que la combinación del gel y los botines de plástico hace que caminar sea un acto resbaladizo incluso para los que tienen pies seguros) y al menos tres veces repitieron la frase “bomba de calcetines con confeti”.

Consejo 3: Dedique tiempo extra

Un valioso consejo adicional extraído del Grupo de Pies de Bebé: Remoje sus pies durante 15 minutos en agua tibia antes de ponerse esos botines llenos de gel. (Esta recomendación aparece en la parte posterior de la caja de Baby Foot pero en una letra tan pequeña que bien podría perderse).

Además, una vez que sus extremidades se estén marinando, no tenga miedo de ir un poco más allá de la hora recomendada en las instrucciones. Nuestra veterana de pies había remojado accidentalmente sus pies durante dos horas completas y emergió con los pies todavía intactos (para ser claros, no nos lo recomendó porque su paso en falso fue el resultado de no poder leer las instrucciones en coreano que acompañaban a su paquete de peeling).

Los cuatro pies en nuestra casa adelantaron el reloj media hora más y se remojaron durante 1 ½ horas. (También está indicado en las instrucciones, pero vale la pena repetirlo aquí: no debe probar este producto si tiene algún corte o llaga abierta en los pies).

Consejo 4: Realice un remojo diario

Después de quitarse los botines y lavarse los pies, tiene entre cinco y siete días antes de que sus pies empiecen a burbujear, a ampollarse y desprenderse de la piel como la mayoría de los reptiles. Para que conste, el desprendimiento de piel es indoloro, y puede hacer todo lo que normalmente haría, incluyendo ejercicio, mientras sus pies se están despellejando. ¡No desperdicie ese precioso tiempo!

Un remojo diario de 10 a 15 minutos de los pies (o, como mínimo, pasar unos minutos adicionales moviendo los pies en la ducha) dará sus frutos una vez que la aplicación del gel (un emplaste pegajoso mezcla de alcohol, ácido glicólico y una lista de productos químicos impronunciables) comience a hacer su magia.

Consejo 5: Haga algo de esfuerzo físico para sus pies

Una vez que sus pies empiecen a despellejarse, tiene dos opciones. Una es sentarse y observar cómo se desprende la capa más externa de la epidermis (consejo profesional: use calcetines, especialmente cuando se vaya a la cama por la noche, si desea continuar en gracia con sus cohabitantes).

La otra es inclinarse (bueno, hacia abajo, en realidad) y darle a sus pies un vigoroso lavado diario en la ducha. Pero no los pele a la fuerza, deje que esa parte suceda por su propia voluntad. Aplicar un poco de esfuerzo físico fue una recomendación adicional del hilo de chat del Equipo Pies de Bebé, y la mitad de nuestra casa (no mi mitad) siguió ese consejo mientras que la otra mitad no lo hizo.

El resultado fue que la mitad (que no era yo) vio un desprendimiento de piel más robusto y de mayor escala, mientras que mis desechos de muda semejaban a algo que se quedó a medio terminar entre los restos de un borrador de lápiz y el queso parmesano rallado.

El resultado final fue mejor en los pies de mi esposa que en los míos también, aunque para ser justos es una comparación entre manzanas y garras de velociraptor.

Al final, ninguno de los dos resultó con lo que llamaríamos pies de bebé. Cuando la exfoliación finalmente terminó, los suyos estaban más cerca de unos pies de adolescente y los míos habían retrocedido unas décadas a unos pies de alguien de alrededor de 30 años, no tan quebradizos, que al menos era una marcada mejoría con respecto a los bloques de callos con las que había empezado.

Y ahora que he pasado de pies duros a tiernos, sé qué esperar y estoy emocionado ante la perspectiva de quitarme unos cuantos años más (y quizá media talla de zapato) de mis pezuñas infernales.

Y no hay razón por la que no pueda. Según las instrucciones de Baby Foot, es seguro volver a usarlo (con un par de botines nuevos, eso si) siempre y cuando espere un período de dos semanas. Ahora, con mis talones algo más suaves, estoy deseando reiniciar y ponerme la muda de nuevo.

¡Pies de bebé, allá voy!

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