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El pulso de tu salud: Cuidemos de la salud y el bienestar de nuestros cuidadores

Matthew Zuraw (derecha) habla por FaceTime con sus padres Nancy (izquierda)
Matthew Zuraw (derecha) habla por FaceTime con sus padres Nancy (izquierda) y John Zuraw (centro) .Junto a sus hermanos, Matthew cuida a sus padres.
(Eduardo Contreras / The San Diego Union-Tribune)
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Para nosotros los latinos la familia lo es todo, y el papel de cuidador es algo que muchos desempeñamos instintivamente. Ya sea que estemos cuidando a un niño, a un adulto o a una persona de la tercera edad, no solo lo hacemos con amor y respeto, sino que también con un gran sentido de responsabilidad. Pero el ser un cuidador también puede ser estresante y en ocasiones, agotador.

Un cuidador es alguien que brinda cuidado básico a una persona que tiene una enfermedad crónica o progresiva, una discapacidad o una afección debilitante. Estas son enfermedades con un proceso de recuperación largo o que incluso no tienen cura, como el cáncer, la esclerosis múltiple, los efectos de un derrame cerebral, la artritis, la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. Esas enfermedades requieren de citas al doctor constantes, terapia física, ayuda con el aseo personal y la administración de medicamentos, preparación de comida, y sobre todo, mucho apoyo emocional.

Según la Alianza Nacional para el Cuidado de los Seres Queridos (NAC por sus siglas en inglés), un tercio de los hogares latinos tienen al menos un cuidador familiar y a medida que aumenta el número de personas mayores en los Estados Unidos, este porcentaje también aumentará. Un 74 por ciento de estos cuidadores son mujeres, con una edad promedio de 42 años. Lo que significa que no solo están ejerciendo el papel de cuidadoras, sino que también están trabajando, cuidando del hogar, e incluso de hijos pequeños.

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Si usted está cuidando a un ser querido, es crucial que también haga tiempo para cuidar de sí mismo. Con el paso del tiempo, el no hacerlo puede tener un costo físico y emocional en su salud. Varios estudios han encontrado que los cuidadores corren un mayor riesgo de tener múltiples enfermedades crónicas. Además, tienen un mayor riesgo de sufrir de estrés, ansiedad, depresión, y hasta abuso de alcohol, tabaco o drogas.

Pero afortunadamente, hay muchas cosas que podemos hacer para cuidar de nuestra salud y seguir cuidando de nuestros seres queridos. Empezando por manejar el estrés. El practicar técnicas de relajación, meditar, leer, e incluso escuchar música, puede ayudar con el estrés. Asimismo, hay que aceptar y pedir ayuda, establecer objetivos realistas, y reconocer que el cuidador perfecto no existe. Por más que intentemos, no podemos hacerlo todo.

También es crucial cuidar de nuestra salud física. Para hacer esto, hay que comer saludablemente, dormir bien, hacer ejercicio y acudir a nuestras citas médicas preventivas. Además, déjele saber a su médico que es cuidador y nunca dude en mencionarle cualquier inquietud o síntoma que esté sintiendo.

El unirse a un grupo de apoyo también puede ser bastante beneficioso. El platicar con otras personas puede proporcionar validación y un espacio para desahogarse. Generalmente los grupos son dirigidos por expertos médicos quienes comparten recursos y estrategias para lidiar con situaciones difíciles.

Y, por último, si usted es un cuidador de una persona mayor, infórmese sobre los Programas de Atención Integral para Personas de la Tercera Edad (PACE). Los programas PACE no solo son un recurso importante para los adultos mayores con necesidades de salud complejas, sino que también para sus cuidadores. Incluso, se ha demostrado que el nivel de agotamiento de los cuidadores disminuye significativamente cuando sus seres queridos son inscritos en un programa PACE.

En AltaMed tenemos 11 centros PACE en el sur de California. Además de recibir atención médica completa, los participantes pueden pasar el día en el centro interactuando y socializando con otras personas. Allí se les ofrecen actividades divertidas como canto, baile, lotería, artes manuales, excursiones y paseos de un día, que estimulan su bienestar para que ellos se sientan mejor.

El programa también ayuda a que los participantes eviten la residencia de vivienda asistida y, en su lugar, reciban los cuidados y servicios necesarios en los centros PACE para ayudarles a mantener una vida segura, cómoda y sana en su propio hogar. Los centros PACE proveen transportación del hogar al centro y se les asigna un acompañante si es necesario. Además, a los participantes se les ofrece cuidado en el hogar por un cuidador especialmente entrenado para ayudar a personas inscritas en el programa. Estos cuidadores trabajan en la casa de los participantes y los ayudan con su cuidado personal, a preparar sus comidas, y con la limpieza de la casa.

Para obtener más información sobre AltaMed PACE, haga clic aquí o llame al (855) 252-PACE o (855) 252-7223.

El Dr. Esiquio Casillas es vicepresidente ejecutivo y director médico de AltaMed PACE. Este artículo forma parte de la Iniciativa de Salud de Los Angeles Times en Español.

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