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¡Cuidado! Latinas son más propensas a morir por cáncer del seno

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En total, una de cada 8 mujeres estadounidenses (aproximadamente el 12.4%) desarrollará cáncer de mama invasivo a lo largo de su vida.

Solamente en el 2018, se espera que se diagnostiquen 266,120 casos nuevos de cáncer de mama invasivo en mujeres en Estados Unidos, junto con 63,960 casos nuevos de cáncer de mama no invasivo, de acuerdo a la Sociedad Americana Contra el Cáncer.

Por ahora el cáncer de mama es la principal causa de muerte entre las mujeres hispanas, en parte porque muchas no conocen el sistema de atención médica de Estados Unidos o no hablan bien inglés, afirman expertos.

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Según un informe de Sinai Urban Health Institute (SUHI), que utilizó múltiples fuentes de datos nacionales como el Censo, las boricuas en Estados Unidos presentan un índice de mortalidad por cáncer de seno de 19.04 por cada 100,000 mujeres, mientras en el caso de las mexicanas es del 18.78. Las cubanas le siguen con el 17.89.

Por otra parte, el índice de mortalidad más bajo se observa entre las mujeres centro y sudamericanas con 10.15 por cada 100,000 mujeres.

En conjunto, el índice de mortalidad de las latinas con cáncer de seno es de 17.71 por cada 100,000 mujeres, mientras que entre las mujeres del país en general es de 22.73.

El problema es que las hispanas diagnosticadas son 20% más propensas que las mujeres blancas a morir de la enfermedad, ya que es más probable que aprendan que tienen cáncer de mama cuando los tumores son más grandes.

Bijou R. Hunt, autora del estudio, sostiene que la solución se encuentra en el momento en que los profesionales de la salud empiecen a ver a la población altamente diversa de mujeres hispanas como grupos únicos, es decir, tomando en cuenta sus identidades étnicas, creencias y culturas capaces de influir en cómo viven la enfermedad.

De realizar esta complejidad, “se podrán personalizar mejor sus intervenciones e incluso mostrar mayor sensibilidad cultural”, dice Hunt.

A juicio de Carol DeSantis, directora de vigilancia de cáncer de mama y ginecóloga de la American Cancer Society, esta es una preocupación grande.

“Un problema podría ser que no creen que les afecte. Pero deberían ser examinadas, porque les afecta a las mujeres hispanas. Lo que quieren es atrapar la enfermedad lo antes posible para mejorar sus posibilidades de supervivencia”, dice DeSantis.

A parte de no conocer el sistema de salud y el lenguaje, los defensores de los pacientes culpan de la disparidad a factores a las diferencias culturales, y el deseo de permanecer bajo el radar a medida que aumenta el sentimiento antiinmigrante en los Estados Unidos.

“La cultura de alguien puede moldear la forma en que experimentan e interactúan con los proveedores de atención médica. Incrementar esta conciencia con los proveedores puede aumentar su sensibilidad para desarrollar las formas más efectivas de comunicación y prestación de sus servicios”, dice Alejandra Campoverdi, activista en el tema del cáncer de seno.

“Los exámenes de detección de la salud de las mujeres pueden ser invasivos dependiendo de la salud de alguien y de los sistemas de creencias religiosas, y también a veces podemos ver el miedo y la desconfianza inherentes a los médicos. Mi abuelita (abuela) descubrió un bulto en su pecho y no fue al médico durante casi un año para que lo revisaran. Le tenía miedo al médico y no tenía seguro médico”, agrega.

Kim Schmulowitz, una portavoz de la organización Susan G. Komen en Maryland, sostiene que “muchas veces se trata de educarles sobre cuándo hacerse una prueba de detección y disipar algunos de los mitos que pueden tener sobre el cáncer de mama”.

Komen G.Komen y otros grupos han descubierto que la divulgación educativa a las comunidades hispanas y la contratación de trabajadores bilingües para ayudar con las citas médicas y el papeleo, han ayudado a reducir las brechas en la detección, el diagnóstico y el tratamiento.

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