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¿Busca gafas nuevas? estas empresas buscan modernizar el mercado óptico

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El sector de la óptica, dominado por un puñado de fabricantes importantes empeñados en sofocar la competencia, está listo para entrar en escena.

Resulta que varias empresas nuevas y ambiciosas están tratando de hacer precisamente eso (anular la competencia), siendo California un caldo de cultivo particularmente fértil para los enfoques innovadores.

Como parte de una serie de columnas que hablan sobre el sector de la óptica, ya he escrito sobre Lensabl, con sede en Los Ángeles, y la tienda de gafas en línea Zenni Optical, con sede en Novato, al norte de San Francisco.

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Aquí están algunas otras empresas en línea que vale la pena revisar, con productos que van desde muy baratos hasta de gama alta. Cada una está probando algo nuevo, con la esperanza de reinventar la forma en que la gente compra monturas y lentes correctivos.

Y recuerde, en todos los casos usted necesitará obtener su receta primero de un optometrista profesional, y es muy probable que necesite la ayuda de esa persona para que los anteojos que ha pedido por correo le queden bien. La mayoría de los optometristas lo hacen gratis.

Pixel Eyewear, con sede en Culver City, quiere convertirse en el proveedor de productos ópticos preferido de los habitantes de la era digital, con gafas destinadas a reducir el esfuerzo de mirar durante horas la pantalla de un ordenador o un dispositivo portátil.

“Trabajaba en una oficina y me dolían los ojos todo el tiempo”, dijo Ian Chen, fundador de la empresa. Su momento de “jubiloso descubrimiento” llegó cuando se preguntó por qué nadie había combinado marcos elegantes con la eficacia de las gafas de color.

“Nuestras gafas usan un pigmento que se hornea en la lente”, dijo Chen. “Así que en vez de una capa especial, es la lente la que filtra la luz azul”.

Pixel vende gafas completas, monturas y lentes, por aproximadamente $125. Al igual que gran parte del sector de la óptica, incluidas algunas de las marcas más conocidas, subcontrata su fabricación a China.

Me impresionó la calidad. Las monturas de plástico parecen duraderas y, lo que es más importante, las lentes parecen bien hechas a pesar del precio relativamente bajo.

Tal vez fue sólo mi imaginación, pero me di cuenta durante varios días de uso, que mi cansancio ocular se había reducido y que no experimentaba los dolores de cabeza habituales por haberme concentrado durante horas en una pantalla brillante. El sutil tinte azul de las lentes no era visible para los demás.

Pixel sólo ofrece lentes monofocales en este momento, pero dice que las lentes progresivas están en sus planes. Las gafas vienen con un período de prueba de 30 días. Si no estás satisfecho, puedes devolverlas para obtener un reembolso completo.

Cuando Darren Rosenberg fundó Lens & Frame Co. con oficinas en Long Beach y Santa Mónica, sabía que iba por el camino de la calidad y el estilo marcado por Warby Parker.

“Me siento cómodo dando las gracias a Warby Parker por hacer que sea fácil, conveniente y divertido comprar gafas en línea”, dijo Rosenberg.

Lo que quería hacer, sin embargo, era llevar las cosas a un nivel más alto para la gente dispuesta a pagar un poco más por armazones y lentes fabricadas con mayores especificaciones.

“El objetivo”, explicó Rosenberg, “era mejorar la calidad de Oliver Peoples o Salt con la conveniencia directa al consumidor de Warby Parker”.

Yo diría que lo consiguió. Lens & Frame Co. ofrece monturas sólidas y audaces (la mayoría fabricadas en China) y lentes de alta calidad (producidas localmente). Las gafas completas monofocales empiezan en $245 y las progresivas en $345.

No sólo la calidad es alta, sino que la empresa también apuesta por un toque personal. Todos los anteojos incluyen una nota personal de quien los haya inspeccionado para asegurarse de que todo está bien, y es fácil localizar a ese alguien (probablemente al propio Rosenberg) si hay algún problema.

Los estilos de acetato disponibles se inclinan hacia el aspecto grueso y fresco que es popular en este momento. Hay algunos marcos de metal que ofrecen una declaración de moda más sutil.

Lens & Frame Co. hace gafas graduadas y lentes para leer.

Topology de San Francisco se propuso hacer algo “radicalmente diferente” con las gafas: monturas y lentes personalizados. Para el fundador y director general, Eric Varady, la misión era personal.

“Quería resolver un problema para mí”, dijo. “Tengo la nariz grande y las orejas un poco hacia atrás. No podía encontrar gafas que me quedaran bien”.

La solución de Topology es una aplicación que escanea su cabeza, calculando exactamente qué tan largos deben ser los brazos, qué tan grande o pequeño debe ser el puente, qué tan anchos deben ser los armazones, cómo deben funcionar los lentes.

Los clientes eligen los marcos que les gustan, ven cómo se verían usando una foto cargada en la aplicación y los ajustan a su gusto.

Nunca he tenido un producto hecho a medida, así que la idea de las gafas a medida me pareció extravagante. Pero cuando me probé un par que había sido diseñado para mi rostro, fue toda una revelación.

Como Varady, tengo una orgullosa nariz, y estas fueron las primeras gafas que se colocaron en mi nariz como si hubieran sido creadas para estar allí, lo que, por supuesto, así era. Necesitaba la ayuda de mi oftalmólogo local para que todo estuviera perfectamente bien, pero el ajuste y la calidad de la lente eran excepcionales.

No es de extrañar que las gafas hechas a medida no sean baratas. Los armazones de Topology cuestan alrededor de $350. Las lentes pueden costar un par de cientos de dólares más. Básicamente, usted podría pagar alrededor de lo que paga por anteojos de diseño con un oculista profesional.

La diferencia es que las gafas se fabrican para usted y sólo para usted. Incluso tendrán su nombre en el interior del brazo.

Topology minimiza el riesgo al ofrecer una garantía de devolución de dinero en caso de no estar satisfecho. También está lanzando un plan de probar antes de comprar en el que los clientes pagan sólo el 10% del costo por adelantado.

“Lo apoyamos al 100%”, dijo Varady. “Si no te gusta por alguna razón, devuélvelo para un reembolso completo”.

Una empresa australiana llamada Dresden Vision está haciendo exactamente lo contrario de Topology. La posición de Dresden es que todo el mundo puede permitirse comprar anteojos si ofrece un sólo estilo y lo produce en serie lo más barato posible.

“Empecé Dresden porque no podía entender por qué la experiencia de comprar gafas era tan mala”, dijo Bruce Jeffreys, fundador de la empresa. “He usado lentes desde que era adolescente y siempre me parecían poco prácticos para alguien que llevaba una vida normal y ocupada. Se rompían y eran difíciles de reparar.

“Nuestra intención era hacer que las gafas fueran sencillas y cómodas, despojando el producto, quitando parte de la personalización y convirtiéndolas más en un consumible que en una declaración de moda hecha a medida”, dijo.

Dresden ofrece componentes modulares para anteojos, frentes y brazos, en diferentes tamaños y colores. Los clientes eligen los que creen que se verán mejor, conectan las piezas usando alfileres de colores y, voila, gafas graduadas por un costo inicial de $35.

Sabía que las monturas de polímero de nylon tendrían un aspecto plástico, pero no parecían de juguete como llegué a pensar. Lo más importante es que las lentes monofocales (que tuve que colocar yo mismo en las monturas) estaban totalmente bien.

Los uso para pasear a los perros y para ver la televisión. Mi esposa dice que la forma rectangular me hace ver como un hipster, con lo cual, yo creo que, pretende hacerme un cumplido.

Obviamente son una gran opción para los niños. El hecho de que se puedan personalizar fácilmente intercambiando brazos de diferentes colores aumenta la diversión.

Jeffreys ve a Dresden asociándose con organizaciones sin fines de lucro para también llevar sus gafas a países en desarrollo y espera expandir la presencia minorista de la compañía en farmacias, librerías y otros lugares.

El objetivo a largo plazo, dijo, es reducir el costo de un par de anteojos terminados a unos $7.

Una compañía de Costa Mesa llamada EyeBrain Medical también quiere cambiar el mundo de las gafas. Sin embargo, a diferencia de Dresden, lo está haciendo a un precio significativamente más alto.

Las “neurolentes” de EyeBrain ofrecen lo que la compañía llama “las primeras y únicas lentes graduadas que añaden un prisma contorneado para alinear los ojos”.

Tales prismas, dice, pueden aliviar “los dolores de cabeza, el dolor de cuello/hombro y la fatiga visual que muchas personas experimentan cuando utilizan dispositivos digitales, leen o hacen trabajos de detalle.

Yo soy una de esas personas, así que me acerqué a las neurolentes con grandes esperanzas. ¿El veredicto? sí, funcionan y son mejores que otras lentes graduadas.

Pero la mejora, al menos para mí, fue relativamente modesta, facilitando un poco más la lectura y el enfoque de cerca, siendo que las neurolentes son muy caras.

Comienzan en $650 para un par de lentes monofocales y $850 para lentes progresivas, sin incluir los marcos. Las gafas completas, por lo tanto, pueden costar más de mil dólares.

Davis Corley, director ejecutivo de EyeBrain, dijo que la compañía es consciente de que las neurolentes son caras. “Siempre estamos buscando maneras de llegar a más pacientes”, dijo. “Estamos intentando hacerlo ampliamente disponible”.

Eso incluye una garantía actual de devolución del 100% del dinero si no está satisfecho por alguna razón, la ayuda financiera también puede ser una posibilidad en el futuro.

Los prismas no son nuevos para las lentes graduadas; las he tenido en mis gafas durante años. Ayudan a alinear los ojos para que sea más fácil y cómodo de enfocar.

Las neurolentes se diferencian en que, por primera vez, la resistencia del prisma puede variar según el espacio de distancia a la de lectura, incluso en gafas monofocales. Esto hace que las neurolentes sean más versátiles que las lentes con la misma fuerza de prisma en todo momento.

Los costos son altos porque los optometristas necesitan invertir en máquinas especiales para examinar sus ojos para las neurolentes y los únicos laboratorios que actualmente fabrican neurolentes están en Japón.

Corley señaló que para una persona con dolores de cabeza o dolores musculares severos relacionados con la visión, el costo de las neurolentes puede ser más barato con el tiempo que las visitas a un quiropráctico o masajista, o las dosis regulares de medicamentos.

Eso es quizás cierto. Así que a la luz de la garantía de devolución de dinero, recomiendo las neurolentes para cualquier persona con síntomas crónicos.

Para todos los demás, el precio tiene que bajar hasta donde un prisma contorneado tenga el mismo costo que un complemento o el revestimiento antirreflejo.

Una cosa es intentar ofrecer vanguardia, como ha hecho EyeBrain y otra muy distinta es hacerla asequible.

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